domingo

Una Reseña Sobre, Ella

 

Permíteme hacerte una reseña sobre, ella; no juzgo, ni me ciego, ni hablo de sus virtudes sin olvidar sus errores. Sólo te hablo del conglomerado de verdades que le hacen constructora de caminos dignos de transitar, sea con ella, detrás o en solitario. Por donde ella pase, vale la pena caminar.

una reseña


Ha construido su fuerza de manera reservada, alejándose del mundo que tanto quiere estar cerca de ella, que ha olvidado lo que es recibir una mano amiga a pesar de que ella sabe ofrecerla tan de extraña manera que sorprende.

En una reseña siempre habrá espacio para hacer notar su corazón herido, quizá por otros, quizá por ella misma que no ha sabido deslindarse del temor de los errores que la vida perdona cuando se subsanan.

Más la sonrisa ufana, la incapacidad de odiar, el tránsito hacia sus sueños y su manera de quitarse los dolores proferidos por quienes ella ha querido, forjan una simbiosis que ante cada acción de dolor, la reacción inmediata es la reivindicación con quien realmente vale: ella misma.

De una persona a veces explosiva no es usual hacer una reseña tan positiva. Pero si eso le ha hecho ganarse puestos justos en lo laboral y a su familia lo mejor cuidar, que cada detonación será siempre para quitar escombros al ánimo, son aceptables.

Mira al mundo desde su perspectiva, sabiéndose grande, pero nunca con mirada beligerante o altiva. Ve lo que le conviene y las aristas a las cuales afrontar. Aunque en ocasiones no vea, que en soledad no todo se puede o debe lograr.

Para ella misma no siempre lucha, porque sabe que llegar a una cima tan alta y tan vacía será por demás aburrida. Y al realizar una reseña sobre sus logros, ¿A quiénes se las leería o quiénes se inspirarían si subió esa montaña en franca soledad?

Sí, hay que destacar que se liberó, que lo que no sentía como vida sino ataduras que creaban desbalance en el vacío, ella dejó. Pero en ocasiones hay formas diferentes de cometer el mismo error y eso lo ha dejado bien claro, para que en vez de fallos, en su universo sólo existan aciertos, no uno, sino que vayan de dos en dos.

Sin alejarse de lo espiritual ni dejarse amilanar por fallos humanos ella sigue a su corazón que se la pasa bombeando no sólo sangre, sino amor, consuelo, alegría, aventura y pasión. Quede asentado aquí que en una reseña futura se deberá decir que ella del letargo despertó, encontrándose en primer orden con la persona que en un extraño frenesí se le escapó: ella misma.

Y que en la simplicidad de las cosas ella tiene la mente puesta en crecer como persona, sin que la hostilidad, vejámenes ni beligerancia ajena la acosen y le hagan romper su camino, que para bien o para mal es suyo y por un cualquiera no será tapiado ni torcido.

Carácter fuerte, apasionamiento tácito, calidez a flor de piel, estricta para romper con lo errado así le duela, como se lee en más de una reseña de aquellas personas que a un amor inútil y riesgoso, han defenestrado.

Ella se solaza viendo los amaneceres y descansando en los atardeceres donde reflexiona lo hecho, maquina los pasos para lo que debe hacer y aún hallar tiempo para los demás como por igual para sí misma, rompiendo ataduras con las formalidades de la vida que crean ciclos interminables de tedio y preguntas grises que ni necesidad se tiene de buscar responder.

Apaga una luz para encender dos más; no reniega de su pasado, pero sabe que en él no está, que al presente hay que darle cosas nuevas porque sólo así mejor el futuro será.

Ha aprendido que nada es rosa, nada es gris, nada es rojo o verde o blanco. Que es una policromía que a cada instante va cambiando y son su actitud y aptitud las que van tiñendo sus momentos.

Vivió una mentira, cosa que ella no quisiera que se supiera en una reseña así. Menos que ellas las dijo a la persona que más le necesitaba (ella misma), hasta que al decirse las verdades que en un principio parecen crueles o frías, resurgió al mundo con más fuerzas y bríos de los que ya de por sí, traía, quitándose pesos muertos, propios de la mitomanía.

Les juro que hacer una reseña sobre ella es tratar sobre una vencedora que supo bien lo que son las caídas y que nada es tan sencillo en esta vida; que el día que el cielo reclame su presencia tendrá el historial humano del legado de amor e hidalguía que ella misma se labró. Que los pecados quedaron hundidos, los errores se transformaron en enseñanzas y que brindó un legado de honra, que quedó labrado entre los que ella quería.

Y perdonen si no es una reseña convencional, de esas que las formas obligan. Pero, ¿Cómo quieren que les diga lo que a simple vista está?, que ella es una mujer tan humana, que falla y sabe acertar, que sabe y no sabe cosas, que reconoce sus omisiones y sabe que puede volver a fallar. Pero prosigue, porque está bañada de buenas acciones y correcto actuar. 

Y quien falla por hacer el bien, ningún juez en cielo y tierra le podría condenar.

Argenis Serrano

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