martes

Amarle en Silencio

 

Me dijo el corazón cuando le comenté que debo amarle en silencio:


amarle en silencio

¡Arriésgate, hazlo!, total, ¿Qué puedes perder?

Contesté con mi argumento: Le puedo perder a ella, que es y sería siempre el todo y mi todo aunque nada fuésemos. Arruinar una amistad por una decisión o sentimiento unilateral, es tanto como…

Lanzar a la felicidad por un abismo.

Perder la cercanía que paso a paso conseguimos.

 

No comprender el valor de los días.

Ver en las noches sombras que tu decisión, sólo critican.

 

Y como ánimas te agobian, haciéndote esperar a un alba que aun llegando, es oscura.

Un rechazo a mi sentir, tácitamente ya mi ser su respuesta augura.

 

Por eso he preferido amarle en silencio, para que así de cercana, siga,

Poder escuchar sus cuitas y sentirle en su buena vibra.

 

Que no pueda tomar su mano, puede doler.

Pero ni siquiera ver sus manos laborando, es demasiado entristecer.

 

Verle transitar distante, sin que me salude, por mi añoranza,

Es quitarle el color a mi existencia, cubierto por una mortaja.

 

Amarle en silencio es una decisión difícil, pero nunca mezquina,

Porque no le quito su comodidad, por albergar la mía.

 

Hay quizá variados motivos, para que ella me diga no,

Más para decirme sí, esa prerrogativa, jamás se me concedió.

 

De la amistad al odio por no ser amigo leal, hay un paso,

Fallar como enamorado y como amigo, es cruento doble fracaso.

 

Amarle en silencio es una solución austera,

Donde guardo lo que siento, más me quedo en espera.

 

Sigo dedicándole suspiros, cantos y mi labor,

Como un fiel enamorado, que da todo por su amor.

 

Es probable que a otros brazos, la tenga que yo ver partir,

Más, ¿Quién me apaga esta flama, que ha avivado mi existir?

 

El amar no es blanco y negro, de “o soy yo o no es más nadie”,

Es desearle muchos triunfos, aunque no pueda acompañarle.

 

Quizá soy tonto, poeta, resignado o soñador,

Pero amarle en silencio, me ha parecido lo mejor.

 

No hay esa luz de encuentro al mirarnos,

Tampoco palabras que se hilvanen, cuando hablamos.

 

Pero hay paz, sonrisas, concordia y esperanza,

Cuando me mira, mi alma al universo con un pequeño salto, alcanza.

 

Por eso te digo corazón, amarle en silencio es lo que toca,

Sé que tú sabrás contener al potro arisco,

Así mi amor por ella de ninguna forma le digo,

Toma entonces bien fuerte las bridas… o se desboca.

 

Argenis Serrano

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