domingo

Mujer Emprendedora

Ella no se dejó caer ni intimidar por los azahares del destino. Cuando una puerta se cerró, de inmediato labró como emprendedora, más de un nuevo camino.

 

Ponerse a llorar o hacerse la víctima no le sentaba. Aunque estuvo mal, cada nuevo paso, poco a poco, con seguridad, redibujaba.

 

Sí, ese es el gran enunciado de la vida de la dama que fue “abandonada” por el hombre que supuestamente le adoraba. Una historia de todos los días, se sabe, pero que en cada caso no parece funcionar igual.

 

Pero ella es un orgullo, porque se enjugó las lágrimas, borró los rencores y entendió su nueva situación.

Con dos hijos pequeños y sin personas de confianza que se lo cuidaran y los altos costos de una cuidadora privada, salvo su mamá y papá que por su salud y edad también de cuidados ameritaban, tuvo que optar por trabajar desde casa.

 

Como pudo, se asoció para tener Internet junto con sus vecinos, aprovechó sus cursos en reparación de computadoras; mejoró su redacción, tomó los fundamentos de las cátedras del instituto universitario tecnológico donde estudio –sin poder culminar por su maternidad- y buscó cómo aprender el verdadero Manejo de Redes Sociales.

emprendedora

 

Pues en un mundo tan competitivo y con la necesidad al borde, improvisar o con puro empirismo, realmente nadie la iba a contratar y quien lo hiciera, querría entonces subpagarle.

 

Como todo principio, fue duro. Comenzó en el cuarto de la casa de su mamá donde junto con sus hijos volvió a reiniciar su vida, luego de una interrupción mal llamada en este caso, matrimonio civil.

 

Despertaba temprano, alimentaba a su familia toda y luego salía a las pequeñas tiendas de la cuadra en principio y ofrecía mejorar su promoción en el mismo municipio.

 

Cambiaba esos servicios por dinero o comida o favores; toda emprendedora sabe que hay que construir una base para el éxito y que éste, no es fácil.

 

Pasada la primera etapa y teniendo su portafolio popular, fue a tocar puertas a más de un centro comercial. El “2 x 1”, donde una promoción o manejo de una de las redes era gratis fue su comienzo.

 

Los que no creyeron o no podían pagar, fueron también aprendizaje. Ella no decayó jamás.

 

Pasó a la vida nocturna donde en los discos, bares, fiestas, eventos, hoteles y teatros alternativos requerían mover sus redes para mantener el interés en un área tan competitiva.

 

Respondía, informaba, diseñaba, estimulaba con juegos, curiosidades, trivias, promociones. A los haters los ponía en su sitio y alejaba sus malas vibras. Un feeling y creatividad única que con su responsable manejo de las distintas redes sociales, maravillosamente destacaba.

 

Fue así como esta mujer emprendedora se mostró más decidida y los clientes se sumaban y todos, su trabajo le agradecían.

 

Generó para hacer una casa dentro de la casa materna y que la holgura le llegara.

 

Luego, entre resquemores y dudas, se atrevió a conocer a un hombre por Internet. Él también con su historia de crecer desde cero luego de una mala experiencia amorosa.

 

Ambos se decidieron a unirse y se transformaron en esa familia bonita y emprendedora que en un principio creyeron tener, pero que el destino para lograr enderezar, tuvo que irónicamente, torcer.

 

Hoy, esta gente emprendedora se ríe de lo malo del pasado, crece junta, ayudándose de la manera más noble y bonita.

 

Venden, ofrecen, patean calle y luego desde las redes sociales muestran las posibilidades de disfrutar, comprar, conseguir, reunir, comentar todo lo mejor pare crecer.

 

Así fue la historia, contada de manera rosa, de esta noble mujer. En espera que muchas en situación similar salgan del letargo y sepan resolver por su cuenta.

 

Verán que el amor llega cuando de buenas a primeras, se aman a sí mismas, no decaen, se reinventan y su gallardía, demuestran.

 

Argenis Serrano

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