miércoles

El Mundo de Hoy


En ocasiones la soledad no es la ausencia de personas o la ausencia de un amor. La soledad es también no encontrar su sitio en el mundo y dejar un pequeño aporte a la posteridad o estar en sintonía con lo que existe y saber conectar con los demás.

 

Sentir que todo es tan repetitivo, que un día se parece al otro y que se nos van pasando las semanas, meses y años enfrascados en lo mismo, sabiendo bien que el mundo amerita que dejemos huella, es también una forma de soledad.


Porque te sientes con un vacío de amenidad, nuevos saberes, mejores acciones. El tedio de la rutina sólo mantiene a bajo perfil tu sonrisa y con muchas ganas de opacarla.

mundo


Brindo por los que luchan

Hay quienes toman Clases de Marketing en Miami u otros países o clases de cocina, de bricolaje y hasta hacen cursos de idiomas por el teléfono y van rompiendo con ese círculo vicioso que va afectando a su mundo interior, como lo es la rutina.

 

Otros, toman las herencias familiares en lo que concierne a las habilidades artesanales, mecánicas o de construcción y hacen cosas para sí mismos o para vender.


Y en cada éxito, el amor propio florece, se sienten acompañados de la energía del yo sí puedo, del aprecio de quienes ven que en su trabajo hay entrega, que hay más de un algo que lleva su firma personal.


Eso no es ego, es amor propio, es la satisfacción de ir de cero a cien, reconstruyéndose.


Sea cual sea el área del saber y del hacer que se elija, el primer paso es amarlo y siempre buscar cómo variarlo, mejorarlo, que crezca y que aumente el disfrute.


Porque si has encontrado una manera de salirte del encasillamiento y también lo haces rutinario, el fantasma de la soledad volverá a agobiar tu mundo interior y la solución se volverá problema.

 

Un mundo de posibilidades

Desde una caminata esporádica, una visita a un ser querido; escribir en un cuaderno poesías que de seguro a alguien le mostrarás luego e incluso en un blog podrías publicar.

 

Cocinar un arroz con pollo o un dulce y compartirlo con alguien que aprecies. Comenzar una venta de helados y luego aumentar el negocio y así hacer un dinero extra, además de interactuar con la clientela de quienes aprenderás de sus pros y contras, es llenar a tu mundo de colores.

 

Romper la rutina laboral, estudiantil o vecinal, tiene grandes posibilidades de terminar bien, si lo haces para aportar.

 

Creer que así sea mínimo tu aporte, es valioso para tu comunidad, ciudad, país y el mundo entero, es valioso.


No sólo aportan los millonarios, las empresas y los artistas o deportistas.


Cada quien aporta y mucho, desde el decir buenos días, regalar una sonrisa, comprar una rifa, vender o regalar un algo que se necesita de manera solidaria, ya se está siendo útil para la causa humana.

 

Y si haces un curso, ves un tutorial, lees un manual o aplicas lo aprendido en tu sitio de estudio a lo que sea que hagas, para cambiarlo hacia mejor, estarás siendo copartícipe de un mundo mejor.

 

El mundo de hoy necesita muchos acomodos, no podemos esperar que otros arranquen y mucho menos por nosotros. Debemos arrancar desde nuestro yo interior y así prohibirnos cualquier tipo de vacío o tristeza que sean regocijo para la soledad abrumadora.

 

¿Desde cuándo ha sido el momento del amor propio?, ¡Desde el instante en que nacimos!, porque lo que no se tiene, no se puede compartir; y el dar de lo que se tiene, sea poco o sea mucho, es propio de los corazones que quieren y saben amar realmente.

 

Argenis Serrano

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