miércoles

Rueda de la Fortuna

 

Tu giro hipnótico atrae y hace que se gaste hasta el último centavo, sin disgusto y de manera resignada; sé que ese es tu secreto, rueda de la fortuna.

 

Y sabiéndolo, me sigo atreviendo a la apuesta de mi vida.

 

Espero que en los colores dorados, donde están los nombres del AMOR, FORTUNA, VIAJES, TRANQUILIDAD, SEGURIDAD, SALUD, AVENTURAS, caigas una y otra vez.

 

¿Qué le voy a hacer?, soy humano, algo anárquico, pero lógico, porque siempre espero lo mejor, preparado para lo peor.

 

Ni modo que venga a ti, rueda de la fortuna, para desear que en el fin de tu giro caigas en SOLEDAD, INSOLVENCIA, TRISTEZA, DESASOSIEGO, INTRANQUILIDAD, PRESIÓN, DOLOR, porque nadie en sus cabales así lo desearía.

 

Más tú, te diviertes de manera sardónica, cayendo en ellos.

 

Otras veces, tu marca indica que caímos en un punto nulo, ese en que no existe el mal ni el bien, ni se avanza, ni se retrocede. NEUTRALIDAD, le llaman.

 

Es difícil decir lo que se siente, pero quizá tú nos haces caer allí una y otra vez, para que sigamos tentando a la suerte contigo.

 

Y te sé otro secreto. Distraes con tus vueltas y suspenso a aquellos que olvidan que hay un poder más grande que tú: LA ACCIÓN.

 

Esa con la que realmente hacemos nuestra propia suerte, que quizá no sea toda la que merecemos, pero sí aquella que necesitamos.

 

Y cuando a nuestros cabales volvemos, sabiendo que la apuesta de la vida es un constante y armonioso hacer para ser y ser para hacer, nos deleitamos viendo al mundo.

rueda de la fortuna

 

¿Sabes desde dónde?, ¡Desde una rueda de la fortuna!, esa noria que en un parque de atracciones nos lleva a ver las vueltas que da la existencia, alegoría bufonesca del subir y bajar, el alto vuelo para descender.

 

En su cenit vemos aquella fiesta de colores que revisten al planeta en su tan necesario lado de feria y  jolgorio, que se premia a sí mismo luego de una larga jornada, con la plata bien ganada, con la suerte de vivir a flor de piel.

 

A esa apuesta de luchar y sonreír con lo bien ganado es que le quiero meter todo lo que tengo. Porque siempre será seguro, siempre ganaré en el transcurrir del tiempo.

 

Rueda de la Fortuna, sigue girando para divertir, pero nunca para retenerme. Yo gané en el preciso instante en que entendí, que todo sabe mejor, cuando se gana con el sudor de mi frente.

 

Alguna vez, por mera diversión y sin necesidad, te girará. Para ver qué me das; si algo para engañarme, si algo para demostrar tu rencor porque no me pudiste seducir o un premio porque te viste por mi dignidad, derrotada.

 

Puedo convivir contigo, rueda de la fortuna, ¿Podrás acaso tú hacer lo mismo?

 

Argenis Serrano

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