Es extraño pensar que llevo ya un
tiempo sin verte, que he visto a la Luna Nueva, Creciente, Llena y Menguante…
pero a ti no.
He visto atardeceres y amaneceres,
pero ni sombra de tu bello rostro, salvo el dibujo en las nubes y lo tatuada
que está tu sonrisa y mirada en mi corazón.
¿Sabes?, una vez conocí a una chica
que me partió el corazón, y yo decía que los añicos de mi corazón roto eran tan
pequeños que pasarían por el ojo de una aguja.
Tú, con tu magia y esencia lo
reconstruiste y cada átomo habita como una forma de luz y energía en mi pecho, hablando constantemente y diciendo, tu nombre,
incluyendo muchos suspiros.
Te añoro como el sol añora a la
flor en lo más crudo del invierno y la flor requiere su luz para saber el
camino hacia el cielo.
Pero, en vez de dirigir su luz a la
belleza, mi corazón se endurece como hace el mundo congelado en que tu ausencia
me ha sumido.
La esperanza en volverte a ver, me guía,
es lo que me da fuerza de día y sobre todo de noche.
La esperanza de que, aunque te
hayas ido de mi vista, no será la última vez que pueda contemplarte y decirte
con acciones, todo lo que soy y todo lo que puedo desde el epicentro de mi
amor, darte.
Con todo el amor de mi corazón,
eternamente tuyo, el caballero de tu corazón.
Argenis Serrano
No hay comentarios:
Publicar un comentario