lunes

Canción de Hielo y Fuego

Así justifico a este poema personal que ha rondado mi ser por mucho tiempo, donde reinterpreto a la Canción de Hielo y Fuego.

Por las comarcas que son aquellos lugares, personas, momentos y labores que queremos conquistar para darle sentido a nuestras vidas, haciendo mejor la de otros a la par.

Una canción de hielo y fuego espontanea, de juglar, escrita para brindar equidad y entendimiento de que necesitamos que todo tenga una distribución correcta.

No puede existir un alma fría y mucho menos una tan ardorosa; los extremos siempre llevan a parajes lejanos al humanismo, la decencia, el buen criterio y la hermandad.

Un tanto de hielo y otro de fuego, siempre mantendrá a nuestro universo interior creando ese fluido que no es más que nuestra esencia que se escurre entre el mal y se materializa como una forma indetenible del bien.

Es mi versión y visión personal a manera de prosas con versos débiles de semántica y fuertes en pundonor, sobre la Canción de Hielo y Fuego.



Hielo para enfrentar al día,

Y los lobos hambrientos merodean,

Mi alma fresca se regodea,

En sana paz que funge de guía.

 

Fuego para actuar sin miedo,

Con llama serena, de cautela,

Teniendo la luz de esa vela,

Que borra sombras y espectros.

 

Hielo blanco como la pureza,

De quien su mal no se busca,

Congela raudo a esas bestias,

Que errando actitudes, pululan.

 

Fuego en las manos correctas,

Salva borrando impurezas,

Más cuando el vil lo levanta,

Quema de mil formas cruentas.

 

Hielo que apaciguas calores,

Calor que apaciguas al frío,

Nos hacen sentir redentores,

Al aprender su equilibrio.

 

En la vida no todo es un juego,

Nos prueban la fuerza y recelo,

La calma y conciencia son hielo,

Palabras y acciones son fuego.

 

Miradas que queman el alma,

Vistazos que hielan la sangre,

Derrotas que a algunos les arde,

Victorias con helada calma.

 

Canción de hielo y de fuego,

Mundo roto y unido por ello,

Donde uno requiere del otro,

Aunque no lo sepa,

O no acepte creerlo.

 

Que el hielo jamás nos detenga,

Que el fuego jamás nos consuma,

Usarlo bien cuando convenga,

Y su balance, nos una.



canción de hielo y fuego


 

Argenis Serrano 

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