jueves

Tener Con Quién Hablar…

¿De qué sirve un teléfono con saldo, si no se tiene con quién hablar?

Porque el sentido de este medio, es que haya un emisor y un receptor.

Que haya pues, un tú... y yo.

Siempre existe para todos nosotros la gran opción de llamar a un numero linea erotica y que allí te digan no lo que quieres escuchar, sino lo que necesitas.

con quién hablar

Que esas conversaciones te sublimen, te eleven, te tengan como a un rey y te den sosiego en un mundo que lo que hace es cansar y cansar.

Esas palabras dulces son sentidas, incluso cuando haya que pagarlas.

Pero, sí al dinero no se le da el brillo y uso que merece, ¿De qué sirve tenerlo?

Es como almacenar sentimientos e ilusiones: francamente dañino, altamente mezquino.

Siempre necesitamos con quien hablar; no importa la época o el método, una conversación antes de acostarnos, te quita el fardo del día y atrae los dulces sueños.

Antes de tomar una gran decisión, sea positiva o negativa, el tener con quien hablar puede ayudar a inclinar la balanza.

Hablar con uno mismo está bien, porque el libre albedrío y la decisión adecuada, privará por siempre.

Pero no podemos estar detenidos en nosotros mismos como nuestros defensores por siempre.

El que se defiende a sí mismo, tiene a un tonto por cliente y a un loco por defensor.

Hablamos con nosotros y nos decimos lo que nos complace, incluso a sabiendas de que la decisión tiene la fórmula completa de un error.

Tener con quien hablar puede secar lagrimas a distancia y sacar sonrisas de la misma manera.

Así sea por mensaje de voz o videollamada, requerimos una palabra afable o cruda que nos saque de la zona de confort.

Traernos al mundo real es la razón y deber de toda amistad, sin importar dónde se encuentre.

Que no nos remuerda la conciencia de haber negado una llamada, cuando nuestra amistad, familia, compañera o amor necesitó con quien hablar.

Y cuando su silencio esté haciendo más ruido de lo necesario, olvidar el orgullo o la errónea pseudo-necesidad de que el otro ha de dar obligatoriamente el primer paso.

Una llamada no cuesta nada, y puede valer todo.

Así como es importante el contacto personal, el sosiego de una llamada, puede a una vida mejorar.

La picardía, la tosquedad, el rigor disciplinario y la simple escucha, son algunas de las muchas formas de querer.

Sí estamos todo el día con el teléfono en la mano, ¿Por qué no buscar con quién hablar?

Cuando le tengamos, no le dejemos ir. Porque cuando no hay nadie, aunque el teléfono tenga muchas aplicaciones o recursos, pues...

...Al poder de una voz aliada, jamás lo podrá emular.

Argenis Serrano 

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