Una cena agradable
para dos en un lugar que aunque no sea tan fastuoso, se hace hermoso más que
por la comida, por la mutua compañía. Una flores o una flor simplemente. Unos chocolates.
Un poema escrito a mano. ¿Ese romanticismo ya no sirve?, ¿Qué pasó?, nosotros desde aquí nos hacemos esa y otras
preguntas.
No sabemos tampoco
quién fue que lo lanzó al olvido. Si el hombre al no continuar con esa noble
cruzada o la mujer que en su liberación e igualdad, prescindió de ello para no
sentirse necesitada y que amerita ser halagada y rescatada de su castillo.
Preocupa que ya el
hombre no le abra la puerta del carro a la dama, no la espera al pie de las
escaleras del transporte público para ayudarla a bajar, no camina del lado de
la calle cuando van por las aceras, en señal de protección.
Los serenateros
fueron desplazados por equipos de sonido o un mensaje de audio por WhatsApp.
Los formalismos para invitarla a salir con palabras galantes, se quedaron en
gestos chocantes y/o dominantes.
El romanticismo debe revivir
No es sólo el
movimiento que marcó una parte de la historia del arte, sino esa cualidad de
romántico que acrecienta la relación de pareja, la seguridad del noviazgo y la
estabilidad del matrimonio.
Porque el amor sí
puede ser para toda la vida. Sólo hay que alimentarlo con acciones superiores a
meras buenas razones; ser locuaz e innovador. Demostrar fidelidad y pundonor.
El romanticismo no se
apaga ni en los momentos de bravura. Es la demostración más libre del amor que
se tiene por la otra persona.
Sí, porque la
cualidad de procurar el romance no sólo va del hombre a la mujer, sino también
de la mujer al hombre. Con detalles, con prestancia, con comunicación,
revestido de su propia esencia de mujer.
Una vez que la pareja
se jura amor y se tiene mutuamente y de por vida, su siguiente paso es
mantenerse, retenerse, elevarse en esta noria de emociones.
Es la manera de que
un noviazgo se consolide y que un matrimonio sea feliz, como por igual lo será
en la vida de familia.
Puede sonar cursi o
fuera de época, pero las maneras románticas siempre serán la mayor fuerza para
acabar con la rutina y evitar las separaciones.
Algunas ideas que
están en el tintero de mi alma y que espero tomen vida en ustedes, son:
-
Una sonrisa de buenos días, de buenas,
tardes, de buenas noches.
-
Cuando se esté molesto, callar y dejar
que todo fluya mientras se buscan y crean soluciones.
-
Jamás apliques el delito de la indiferencia.
-
Sueñen juntos, cuéntense sus anécdotas,
ríanse de las cositas absurdas, conéctense en los pequeños detalles.
-
Sean igual de amorosos comiendo en un
puesto callejero como en un buen restaurante.
-
Escápense a un hotel, no sólo para
intimar, sino mucho mejor, para quererse y continuar.
-
Cuando se hastíen de un detalle,
exprésenlo sin odio, sólo propulsen y ábranse mutuamente al cambio.
-
Al no estar de acuerdo en algo,
busquen las cosas en que sí pueden y están de acuerdo. Que la solución final
sea promovida de parte y parte.
-
Aunque sea muy humilde, las coas más
simples y pequeñas valen muchísimo, sí son para los dos.
-
Cántense, escríbanse poemas o notitas,
llévense dulces, tómense de la mano, sonríanse, recuerden los momentos y
detalles que significan mucho aún en lo poco, para cada quien.
El romanticismo no es
una moda, es una manera de ser, de querer, de crecer y de demostrar lo que
realmente quieres y cómo realmente quieres.
Todo momento, entorno, acción y emoción es
romántico, sí pones tu corazón en ello.
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