martes

Vender Nuestros Recuerdos

Esta es una decisión de dos personas maduras y en plena conciencia de que lo hacemos sin querer, sólo que nos hemos dejado arrastrar por la corriente, del qué dirán. Por eso es que vamos a vender nuestros recuerdos, compartir la ganancia y tomar distancia.

Decidimos que cada cosa que nos recuerde al otro, se iría a manos de alguien más. Con sencillez publicamos todos nuestros enseres en el portal de ventas online https://vendocanarias.es y ahora toca esperar porque los compren.

Se llevarán a la plancha, con la historia de mí mal planchado del cual reíamos y tú solucionabas dejando mis camisas lisas y cuando a trabajar yo me iba, con un beso cariñoso nos despedíamos.

Debemos vender nuestros recuerdos que estaban en un closet. Tu traje de boda, ese que con sencillez entre mi ahora ex suegra y tú, elaboraron, lo que lo hacía más hermoso y no creerás cómo me iluminó al alma cuando te admiré dirigirte hacia mí cuando nos juramos amor eterno ante el altar.

Tocará vender la caja de herramientas, misma que reconozco no fui muy apto, pero quería solucionar para ti cualquier falla, desde colocar clavos para adornar el hogar en navidad, como atornillar algún tomacorriente.

Hay que vender nuestros recuerdos hechos alhajas. En especial las arras con la inscripción GPHTF que pedí se labrará en el tuyo junto a tu nombre y que significó lo que aún puedo refrendar GRACIAS POR HACERME TAN FELIZ,

La cama, ¡Caray, la cama!, no voy a hablar de ella en lo que crees que nombraré, sino en lo que fue siempre valioso para mí: Que te volviste lo último más hermoso que veía antes de irme a dormir y la primera alegría del día, apenas abría mis ojos.

Por igual nuestros muebles, que luego de la cama fueron los primeros artículos que adquirimos. Allí estuvimos abrazados, estuvimos leyendo, viendo televisión, comiendo y en los últimos tiempos, indiferentes, luego de andar discutiendo.

vender nuestros recuerdos

Y se nos bajaba el sopor de los malos momentos, quizá por lo mullido o mejor quiero creer, porque ese era un gran lugar de reencuentros en nuestro hogar.

El espectáculo de verte cocinar, con ropa fresca y música suave pero buena para bailar. Compartir las tareas que juntos hacíamos, tus directrices que yo hacía lo mejor que podía y mis inventos que tú sin temor, comías.

Vamos a vender nuestros recuerdos en forma de cosas, sí. Pero cada instante vivido y el reconocer que jamás hubo odios, agresiones o que nos dañamos con el mal del infiel, nos llevará en relativa paz.

Porque sin ese amor que debimos rescatar y que ahora con un papel de divorcio, intentamos borrar, fácilmente la calma no nos va a llegar.

Y eso, sí es que acaso nos llega.

Quizá vender nuestros recuerdos tenga un propósito, sí es que así tu similar lo piensas. Por eso que me atrevo a preguntar

¿Y sí hacemos nuevos recuerdos?

Dudo que algo peor que a estar lejos y equivocados de este accionar, nos pueda pasar.

Porque los mejores momentos y pensamientos, siempre han sido y serán, contigo.

Las cosas se pueden comprar, pero un amor así, que se hace falta para respirar, ni oro ni diamantes lo pueden costear.

Argenis Serrano

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entradas populares