lunes

Amor de Película

¡Qué buenas son las parejas que son respetuosas entre sí a la par muy desinhibidas, que se arrebatan en el amor íntimo como en el amor de lucha ante la vida! Ese es realmente un amor de película.

Y es que el cine siempre ha sido el aliado –o excusa- ideal para conocerse, intimar y relajarse en pareja. Desde las invitaciones a los cines a disfrutar una película, unos snacks y muchos besos que incluso dificultaban entender la trama, ya que la pasión y el amor naciente eran mucho mejor.

Un amor de película actualmente es invitar a ver Netflix y no verlo. Claro está, cuando la pasión carnal es la que manda. Cuando el amor real está latente, lo que se necesita es un sofá cómodo, una película bien elegida, algo de comer y un abrazo bien acurrucado y repleto de confianza.

Millones de parejas han vivido un amor de película así o lo desean, es una parte crucial de la coexistencia, ya que ante una pantalla se ve a una parejita que confía una en el otro, recargando energías y viviendo la vida a plenitud.

Incluso hay parejas que van más allá y usan la cartelera más erótica o íntima y picante para “adiestrarse” en otras posiciones, adopciones de rol y flexibilidad. De allí que visiten lugares con material de primera como este de Telegram XXX y busquen lo mejor del amor de película de adultos que, aunque para las actrices y actores sea fingido en el predio de la crudeza, para quienes lo ven, es una enseñanza que ellos llenan de verdad y con el corazón le quitan las impurezas.

amor de película

Por igual el amor de familia se reúne a ver una buena película en casa, sea en su televisor o en sus dispositivos, compartiendo gustos, criterios, emociones.

Y ni hablar de las películas con temáticas de entretenimiento; van parejas, amistades, familias entras con disfraces o artículos alusivos a disfrutar la magia del cine. Eso también es un amor de película, que se va atesorando y se puede reeditar con algún título en cartelera que conjugue sus emociones y sobre todo, las ganas de estar juntos.

¿Eres soltero o soltera?, ¿No tienes con quién salir, estar, compartir o querer?, el amor de película, sea comedia, romance, acción o esas películas picantes de telegramxxx.info bien que te pueden ayudar a relajar y bajarle dos al estrés (amor a mano, pero amor al fin).

Porque cumplir con el propósito del entretenimiento y poder acceder a todos los catálogos de películas actuales y que gustan, incluso con los temas de las tres X, es un placer asequible para todos, con calidad y sin que nadie les juzgue, lo que se debe es apreciar, gozar y retribuir. Claro está, con el nivel de difusión o discreción que te competa según tu vida y relación.

Compartir momentos, aprender, disfrutar, estimular a la creatividad, fantasía y a los sentidos en general, es parte de una construcción armoniosa entre el cine y los espectadores. Un amor de película se crea entre los que gustan de involucrarse realmente.

Y es también así como te involucras sentimental y estoicamente con alguien, forjando momentos válidos, románticos, relajantes e inolvidables.

En la historia del amor de los últimos 120 años, el cine en cualquier parte, ha sido un pilar en la unión de millones de corazones y ni tú ni yo estamos exentos de vivir esta tan maravillosa experiencia, ¡Sólo se necesitan las ganas!

Argenis Serrano 

jueves

Jornada Laboral

jornada laboral


Amanece y se piensa en la Jornada laboral,

Entre somnolencia, resabios, ganas,

El sol tras de uno nos dice,

Que debemos seguir.

 

Vemos gente que va a lo mismo,

Miles de pensares y sentires,

Todos con una misma realidad,

Propia de la adultez y nuestras decisiones.

 

Jornada laboral, te presentas en actividades fuertes,

Despejados del cansancio por el dormir,

Asumimos los retos del día y de los anteriores,

Como manera de crear nuestro porvenir.

 

Se siente como si cada día fuese igual,

Quizá por la rutina o la mecánica,

Pero es distinto, como cada latido,

Cuando se afronta aquello que hemos decidido ser.

 

Jornada laboral y tu pausa para el almuerzo,

Para ver hacia atrás, corregir o aumentar,

Media jornada compartida con el silencio,

O con gente que como nos, somos fuerza tenas.

 

Pasan las horas y se aceleran las soluciones,

Para que el día no nos deje más pendientes,

Que los días y semanas subsiguientes,

Sean de nuevos retos, actitudes y emociones.

 

Acabar con la rutina te enamora del trabajo,

Permite nuevas ideas que refrescan tu actitud,

Habrá quien las niegue o no les haga caso,

El mejor premio, será saber lo que aportas tú.

 

Jornada laboral con el fin de un sonido,

Del reloj que dice que es momento de partir,

Los pendientes alargan las horas a quienes pueden,

Otros, al retornar dichas tareas deben seguir.

 

Se sale y encontramos que hay quienes inician,

Apenas su jornada laboral junto a la luna,

Notamos que las vidas conducen hacia un fondo,

Pero de forma, distinta se hace cada una.

 

Un vehículo nos lleva mientras tanto,

Contándonos historias del día vamos pensando,

Paradas para llevar a casa el pan de cada día,

El objetivo que el trabajo, busca que uno consiga.

 

Acostados, hablamos, texteamos o leemos,

Relajándonos de la jornada laboral,

Con nuestra vida propia es el reencuentro,

Significado propio de la adultez real.

 

Prosas y versos chocan contando galantes,

El resultado del fruto del trabajo,

Para quien es feliz por lo que da con lo que hace,

Para el infeliz que por trabajar se siente castigado.

 

Los resultados del hacer y el ser cotidianos,

Demuestran a ambas caras que la jornada laboral,

Es la salvación de un eslabón de una cadena,

De humanos estoicos, por el bienestar global.

 

La noche de sueño repara los cuerpos,

Las mentes tranquilas deberían estar,

Porque de lunes a viernes o en otros horarios,

Somos adultos en jornada laboral.

 

Argenis Serrano 

sábado

Déjame que te Cuente, Papá

déjame que te cuente, papá

Déjame que te cuente, papá, todo lo que ha ocurrido desde que te llamaron al cielo, donde de seguro ya estás.

Ese día cuando te nos fuiste, nos ayudaron personas de profesión y oficio muy atentas, traídas a la realidad humana y que están a la altura del lugar donde están, algo que debería ser normal pero no lo es tanto. Hasta que tu cuerpo terrenal salió del recinto, te trataron con dignidad y a nosotros con apoyo logístico.

Amigos y familia se apersonaron de a poco desde el Cardiológico de Maracay donde falleciste y luego a nuestra casa, con un pesar verdadero, propio del adiós de un hombre bueno.

Nos agobió tanto el qué hacer, que llorar no podíamos porque nos desarmábamos, lo compungido iba por dentro con la clara pregunta, ¿Y ahora qué, si Oscar no está?

La frialdad de tener que hacer un trámite de horas para poder legalizar ante los entes que tu cuerpo físico ya no está, es cruel y no por el trámite, sino por lo engorroso y además el cómo escarba en tu historia, la que ya no cuentas, sino nosotros, tu posteridad.

Tu velorio fue sereno y bien acompañado de familiares, se quedaron los aguerridos y se fueron los lejanos. El anecdotario sobre ti era más que lógico, ya que tus salidas graciosas, impredecibles, dichas con una innata seriedad, siempre marcaban.

Las amistades y conocidos tuyos, compungidos quedaron. Las amistades de Nancy y mías, sus hombros y manos nos prestaron. Fortaleza para no sentir soledad.

El día de tu adiós, un rosario rezado por Nancy –que tú sabías lo haría y de nadie más lo esperarías ni querrías-, sonó con el dolor, resignación y pundonor. A mí, sólo me nació  la idea del “Únicamente Tú” o lo poco que me sé de la pieza. Aunque siempre dijiste que el canto en los velorios no pega, tu canción favorita debería honrar tus exequias.

Despedir tu cuerpo que fue a un horno a ser cenizas que celosamente guardamos como muestra tangible pero intocable, de tu existencia. Fotos, momentos, recuerdos y el sonido de tu voz siempre nos llegan.

Sabemos que te costó despedirte, así que esa noche de tu adiós y por tres días, bebiste tu rutinario vaso con agua que cada noche tenías en la peinadora. Un brindis sano, para un adiós momentáneo.

Déjame contarte, papa, que…

Amigos y conocidos han llorado tu adiós, porque realmente les dolió.

Quienes no pudieron estar o quienes tarde se enteraron, manifestaron condolencias tan sinceras que si uno no está consciente de que estás descansando de tus dolores y tribulaciones que tanto callabas y disimulabas con achaques momentáneos, te juro que nos ahogaríamos en un incesante llanto.

Llorarte ha sido difícil, papá, porque el llorar para ti era un ratico. Lloraste mucho a tu hermano Luchi y te agobiabas porque él se cuidaba más que tú; al menos con eso fingías, porque la realidad es que lo llorabas porque mucho le querías.

Si recuerdo que no compungimos cuando murió nuestro morrocoy mascota “Centella”, en tiempos donde la muerte estaba ronda que ronda. Y tú sólo seguías, callando el dolor y transitando la vida.

Me he tragado cientos momentos ya de llanto; quiero, pero siendo que te ofendo. Porque de ti sólo chistes, "cascarrabiadas" y cuentos extraños pero incidentes, recuerdo.

Las luchas de pulso, ideológicas, cómo regañabas mi soltería no deseada; la seriedad con la que soltabas una ironía que la risa a juro nos sacabas.

Y el cómo amaste a mi madre por encima de todas las cosas. Como me querías a mí y lo revelabas sin palabras para que yo no me envaneciera ni me saliera del foco. Cuando entendiste quién soy y lo que he logrado, muy bien me lo manifestaste.

Si te contara que ahora te he soñado más que cuando estabas vivo. Mucho me alegra porque es la forma de seguir contactándonos, además de los consejos y las ripostas tan extrañas y únicas para comunicarnos incluso en lo que no congeniábamos.

Nancy, ella es una roca, que se ablanda al recordarte en tus ingeniosas salidas dicharacheras casi para toda ocasión. Eso sí, como cualquier humano drena el dolor de alguna forma, lo hace cocinado y fregando incluso lo que está limpio. Ella cree que no me he dado cuenta, pero es así.

Al principio nos costaba comer, el dolor y los brotes de adrenalina se entremezclaron. Hacer tantas diligencias propias de tu fallecimiento también ocupan a la mente que sigue difusa.

¿El negocio?, déjame que te cuente, papá. Tuve que vulnerar tu filosofía de trabajo y vender lo posible, fuera como nuevo o como chatarra y ahora, comienza la lucha por vender ese negocio que por 30 años fue tu remanso.

Me sigo diciendo que esa tarea no era mía. Hay quien me dice que sí, que es mi herencia, pero ¿Qué es el dinero ante la calidad de vida y gozar de ambos como siempre desee para ti y –aunque me digan que no lo hice-, esa calidad de vida no te la pude obsequiar?

Hay cosas que me reprocho, pero no me culpo. La muerte no fue de mis manos y menos de mi corazón. Fue el destino ya escrito. Lo que sí me va a seguir agobiando es no haberte podido más de lo que di; mi madre dice que di lo mejor de mí y mucho, que cumplí mis deberes de hijo. Pero sigo pensando que es poco.

¿Sabías que desde el primer día la gente me ha repetido la frase, “ahora debes cuidar a tu mamá”?; y aunque cumplo mis obligaciones y estoy pendiente, ¿Es ella la que me cuida a mí!

Además, tu paso a la eternidad no ha sido solo. Vecinos y amigos han dado su salto al cielo por igual y han sido sumas dolorosas a nuestros mancillados corazones.

Siempre supiste que, como las pienso, las digo. Y no he dejado de reprocharle a la Muerte, su asqueroso formato de trabajo, no por la finalidad –a eso vinimos-, sino por la forma y a quienes. Se ha llevado a un montón de gente buena que no hace daño ni miente ni intimida o demás males, pero a los malos les deja para que sigan haciendo daño.

Sabemos que su fin en el infierno será eterno, pero, ¿Por qué no adelantarlo?, sólo se lleva a los buenos y deja a sus buenos familiares adoloridos y con menos ánimo y sombras en la mente, pero a los malos les suma los goces. Ese desbalance del mundo me ha tenido molesto desde que te fuiste, aunque ya desde hace años lo venía yo diciendo.

Papá, Oscar, padre. Decirte que me haces falta es obvio, que te adoro es evidente, pero me consuelo sabiendo que estás descansando de las tribulaciones y males que el cuerpo tiene.

Si tuviera un deseo, no pediría revivirte porque contra Dios no voy a obrar, pero sí haría las cosas mejor a los que el entrenamiento mental me permitió hacer aquel día fatal.

Me he ocupado de legar ese conocimiento de actuar en caliente pensando en frío y ahogar al llanto antes de que él nos ahogue. Porque a nadie de bien le puedo desear esto. Y mira que ha sucedido entre tuis amigos en el cielo.

Hablando de amigos, dejo aquí en lugar especial el nombrar a tu amigo Ovidio. Le dolió tu partida y el cómo, pero sé que tú también le estás cuidando desde donde estás. Por algo ha sido el único amigo al que has llamado “hermano”. Igualmente te ha honrado el señor Barrios, pese a que su salud también se ha deteriorado.

Así van las cosas buenas y dignas de contar, Oscar. Aquí, aguantando infructuosamente las lágrimas te he contado de manera irregular a este tiempo que tampoco ha sido regular.

Hemos hecho cambios en la casa y toca mejorarla. Siento que de esas cosas deberías estar disfrutando porque han cambiado el actuar. Pero el sentir sigue intacto, ese que compartíamos en todo momento.

No estamos viviendo sin ti, estamos viviendo con el honor de que en el acierto y el error, fuiste siempre bueno, honesto, pícaro, compañero. En lo crítico, igual consecuentemente te portabas, porque hacer el bien no era una pose, sino una forma de existir.

Hasta la próxima carta, Oscar Martín Garnica, cuando vuelva a tener fuerzas para no quebrarme en llanto por tu adiós al infinito, mientras uso como muletas para mi ánimo todo ese amor y solidaridad que nos diste a tu “negrita” (Nancy) y a tu “guachamarón” (yo).

Bendición…

Argenis Reinaldo Garnica Serrano 

lunes

Desiderata del Amor Real

amor real

Camina plácidamente junto a mí, entre el ruido y la prisa, y recuerda que en el silencio de nuestro amor encontramos paz. 

En lo noble y bonito de un amor real, quiero estar contigo, compartiendo cada momento con sinceridad y ternura.

 

Habla tu verdad tranquila y claramente, y escucha la mía, pues en la comprensión mutua florece nuestro amor. 

Evita las sombras de la duda y el temor, y cultiva la confianza que nos une.

 

Disfruta de nuestros logros y sueños compartidos, y mantén el interés en nuestro camino juntos, por humilde que sea. 

Sé tú misma, y no finjas afecto, porque en la autenticidad de nuestro amor reside su belleza.

 

Recuerda que somos criaturas del universo, con derecho a existir y amar. 

En medio de todas las dificultades, nuestro amor es perenne como la hierba, y en él encontramos la fuerza para seguir adelante.

 

Imagina un futuro donde cada día es una nueva oportunidad para cuidarnos y crecer juntos. Donde nuestras risas llenan el aire y nuestras manos se entrelazan en cada paso del camino. 

En los momentos de alegría y en los de desafío, estaremos ahí el uno para el otro, construyendo un hogar lleno de amor y comprensión.

 

Que nuestro amor sea un refugio seguro, un lugar donde siempre podamos ser nosotros mismos, sin miedo ni reservas. 

Juntos, enfrentaremos el mundo con valentía, sabiendo que en cada amanecer tenemos la oportunidad de crear recuerdos inolvidables y de fortalecer nuestro vínculo.


Argenis Serrano 

martes

Pañoleta...


En la suave tela de la pañoleta,

se esconden los suspiros de antaño,

cada hilo un recuerdo, una meta,

lazo que el tiempo no ha dañado.

 

Baila la pañoleta en el viento,

como un ave que busca su cielo,

libre, sin rumbo, sin tiempo,

tejiendo sueños en su vuelo.

 

En la pañoleta de colores vivos,

se dibuja la esperanza del mañana,

cada pliegue, un sueño furtivo,

en sus nudos, promesa temprana.

 

La pañoleta guarda en su trama,

la nostalgia de un tiempo pasado,

sus colores, un eco, un drama,

de amores y días olvidados.

 

En la pañoleta de seda fina,

se entrelazan dos corazones,

cada nudo, una caricia divina,

en sus pliegues, susurros y emociones.

 

La pañoleta en su mochila,

testigo de caminos y senderos,

en cada esquina, una historia sencilla,

en cada borde, recuerdos viajeros.

 

La pañoleta lleva en su diseño,

flores, hojas y el canto del río,

un reflejo del mundo pequeño,

un abrazo de la tierra y su brío.

 

En la pañoleta de colores vivos,

se teje la historia de mi gente,

cada patrón, un legado antiguo,

y en los hilos, un pasado presente.

 

Ella usa esa prenda a gusto,

Sea laborando o al estudiar,

Ambas se hacen brillar,

Fineza en ambas, balance justo.

 

Te imagino así, en un paseo,

Haciéndola volar con el viento,

Con ella recoger tu cabello,

Invistiendo de humildad, a ese momento.

 

La mujer más noble, sabe vestir,

Con prendas honrosas a todo su cuerpo,

Pañoleta testigo de nuestro encuentro,

Con ella y conmigo, volverás a salir.

 

Argenis Serrano 

domingo

Señor de los Sueños

señor de los sueños

Querido Señor de los Sueños

Señor de los Sueños, trae un sueño, uno dulce y lleno de encanto, con risas y juegos sin fin y estrellas que brillen plácidamente para ser arrullados por ellas.

Haz que los niños sueñen con magia, con mundos de colores y amor, dales labios como rosas y trébol y corazones llenos de candor.

Que sus noches solitarias terminen, con amigos y aventuras por doquier, dales ojos con brillo de esperanza y cabellos sanos como la miel.

Señor de los Sueños, trae un sueño, uno que nunca quieran olvidar, con cuentos de hadas y dragones, un lugar donde siempre puedan jugar.

Señor de los Sueños, ven a visitar, con sueños dulces para regalar, llena sus noches de fantasía, con cuentos y magia en armonía.

Dales alas para volar a mundos lejanos, in cesar, donde los unicornios corren libres, y los arcoíris nunca se extinguirán.

Que sus sueños sean de algodón, con risas y juegos en cada rincón, dales estrellas para contar y lunas llenas para admirar.

Señor de los Sueños, trae alegría a cada niño en su travesía, con sueños suaves como el terciopelo y aventuras en cada vuelo.

Al despertar estén enérgicos, con ganas de remediar y amar, que gusten del conocimiento, que su buen futuro sea ya.

Argenis Serrano


 

viernes

La Primera Comunión

Cuando el aprendizaje entremezcla las lecturas organizadas, el lado espiritual, humanístico e histórico de La Biblia por vez primera para las niñas y niños, llegando estos a entenderlos y profesar su fe con libre albedrío, allí se hace realmente la primera comunión.

Los familiares orgullosos les comprar sus trajes blancos, están en el acto catequético, preparan una fiesta humilde con la cual romper el ayuno, dan regalos de comunion para los invitados con diversas temáticas para que este día sea recordado no como una reunión más, sino cuando un infante “surge humilde y victorioso”  a entender lo que Dios hizo por nosotros.

La primera comunión es parte de los sacramentos de iniciación (bautismo, comunión, confirmación). Esta escala se une a la comprensión, autodeterminación y convicción para crecer como persona en el área espiritual y religiosa. Y eso, es un acto de amor a sí mismo que debemos exaltar.

Quizá los primo comulgantes de ahora no internalicen del todo las enseñanzas que han recibido. Pero verán que el conocimiento y lo tácito de la espiritualidad, le permitirán enfrentar a los malos momentos y demostrar qué entendieron y cuáles son sus sentimientos reales.

Y cuando los buenos momentos aparezcan, los atesorarán mucho más, porque sabrán que son los dones de amor que Dios les ha brindado en base a su bondad, humildad, rectitud y convicción.

la primera comunión

Lo que se aprende en la primera comunión

Recepción del Cuerpo y la Sangre de Cristo en la Eucaristía por primera vez. Recibirlo es un premio y honor a la bondad, rectitud y humanismo; es la prueba de haber mostrado amor.

Confirmación y fortalecimiento de la fe católica. Esa que va más allá de las iglesias; la que se demuestra en el día a día y hace que Cristo habite en nosotros.

Iniciación en la comunión eclesial y participación plena en la vida de la Iglesia. Es una carga que hace feliz a todo niño, la de ser responsable de profesar amor, bondad y humildad.

Incorporación más profunda en la comunidad cristiana y en la familia de creyentes. No es sectorizarse, sino unirse. Los verdaderos católicos se unen sin miramientos a todos sin importar cómo profesen su fe o si no son creyentes. Ven y están con el humano que no le hace mal a nadie.

Reforzamiento del compromiso con los valores cristianos y la práctica de la fe. Al aprender en la preparación para la primera comunión qué se le pide como hijo de Dios, sabrá qué hacer y discernirá cómo hacerlo.

Conciencia de la presencia de Cristo en la Eucaristía y en la comunidad. Sabrá desde la primera comunión, lo que ya recibió desde el primer momento, se decretó en el bautizo y lo vivirá cada día de su existencia: Lo Grande que es el Amor de Dios.

Desarrollo de una relación personal con Jesucristo y con la Iglesia. Hablar con Jesús y seguir su ejemplo, es una manera de aprender y profesar el amor.

Conciencia de la importancia de la participación regular en la Misa y los sacramentos. Es también un valor cívico y ciudadano que le mejorará en su comportamiento social.

Comprensión de la responsabilidad de ser testigo de la fe y difundir el mensaje de amor y compasión de Cristo. En la primera comunión se aprende a cómo creer y manifestarlo. Ello le enseñará las verdades y palabras correctas para estar en sintonía con el cielo y la tierra.

Refuerzo de la importancia de la oración y la vida espiritual en la vida diaria. Quien ora de corazón, recibe lo que Dios considera correcto para todos. Así no hay anarquía y se construye el justo balance del mundo.

Celebración de un hito significativo en la vida de fe del niño o niña. La primera comunión nace de una preparación que llevó esfuerzo y entereza; además, estar con otros infantes, familia y gente buena, crea recuerdos primorosos, afectivos y sociales que les servirán directa o indirectamente de por vida.

Recepción de regalos o símbolos rituales que representan la fe cristiana. Así como los invitados reciben recuerdos de la primera comunión, los primo comulgantes reciben obsequios que les enseñan de humildad, ahínco, nobleza y sencillez, que mejoran su carácter y les preparan para cualquier altibajo.

Recuerdo especial de este sacramento como un momento de alegría y significado espiritual. Es una fiesta de solemnidad y respeto, pero también de mucho amor, alegría y buenaventura. Eso siempre se recordará y se estimulará para que jamás muera, como la fe.

Argenis Serrano 

domingo

Silencio...

Heme aquí pensando en aquellos susurros callados por tu no presencia.
En las palabras que quedaron mudas, como expectantes de una razón de ser.
Se formó un silencio profundo que emula al existente en el espacio exterior.
Pero este callar es grato, no es por nada malo ni por tristeza u olvido.

Regocijo de tener una amigable paz en silencio; donde los recuerdos son sonoros.
En ellos recordamos nuestras miradas sin voz, pero llena de significados por nosotros comprensibles.
Así que las odas al silencio en la actualidad, son la manera de comunicarnos en la distancia.

Qué ricura cohabitar con esta quietud interior.
Donde se escuchan los latidos del corazón con ecos en silencio.
No es un silencio eterno, es una pausa que funge de antesala.
El amor en silencio es la cuna de los enamorados.

Similar al de la juventud, cuando enarbolamos la infranqueable bandera del primer amor.
Cuando hay amor en lejanía, al silencio sólo lo rompe una melodía callada de instrumentos clásicos.
El ulular de ángeles y los pasos de dos personas amantes y acompasadas a su propio ritmo.

Podemos ser en silencio, ese grito de algarabía.

Que le dice al mundo que el amor existe.

Cuando se cree apaciguado u olvidado.

No ha sido callado, sino que se comunica de otra forma.

La de dos seres insistentes en vivir discretamente, pero nunca con un amor acallado.

silencio
 

Argenis Serrano 

miércoles

Anhelando Estar Cerca De Ti

anhelando estar cerca de ti

¿Sabes?, tú me recuerdas un poema del que ya no me acuerdo, una canción que nunca existió y un lugar al que no creo que haya ido nunca.

En la calma del atardecer se percibe,

el anhelo de estar junto a ti revive.

Como el sol anhela besar a la luna,

el mundo susurra nuestra dulce fortuna.

 

Las estrellas brillan con más fervor,

al imaginar nuestro cálido amor.

Como el río abraza a la ribera,

nuestro amor se extiende, sincero y sincero.

 

En el eco del viento te siento cerca,

como una melodía dulce, franca.

Cada latido susurra tu nombre,

nuestra unión es un dulce rompecabezas, palpitante.

 

En cada noche y en cada día,

nuestro amor crece en armonía.

En la melodía de este bello cantar,

nuestros corazones no dejan de vibrar.

 

Así, en la danza del amor eterno,

como una canción que sigue el invierno.

Junto a ti, mi alma encuentra su morada,

sabiendo que cerca de ti,

toda distancia es olvidada.

Argenis Serrano 


 

domingo

Sigo Pensando En Ti Aunque No Te Lo Diga

En el silencio de la noche, cuando las estrellas susurran secretos al viento, mis pensamientos vuelven a ti.

No importa cuánto tiempo pase, ni cuántas palabras queden sin decir, mi corazón sigue recordando cada momento compartido, cada sonrisa y cada lágrima.

A veces, me pregunto si tú también piensas en mí, si en algún rincón de tu mente aún guardas un espacio para nuestros recuerdos.

Aunque no te lo diga, aunque mis labios permanezcan sellados, mi alma grita tu nombre en cada latido.

Sigo Pensando en Ti Aunque No te Lo Diga
 

La vida sigue su curso, y aunque nuestros caminos se hayan separado, no puedo evitar sentir que una parte de mí siempre estará contigo.

Es un amor silencioso, un amor que no necesita ser proclamado para ser real. Porque, en el fondo, sigo pensando en ti, aunque no te lo diga.

Quizás nunca te lo diga en palabras, pero en cada latido de mi corazón, en cada instante de mi existencia, estás presente de una u otra forma.

Tu imagen se cuela en mis sueños, en mis anhelos más profundos, en esos deseos que guardo para mí en la penumbra de la noche.

Sigo pensando en ti, en ese abrazo que nunca te di, en esa mirada que nunca cruzamos, en esas palabras que se perdieron en el eco del tiempo.

Pero aunque el silencio sea mi compañero, mi corazón susurra tu nombre en cada latido, en cada suspiro, en cada momento en que la nostalgia se vuelve compañera de mis pensamientos.

Aunque no te lo diga en voz alta, sigo pensando en ti, en esa conexión que trasciende las palabras, en esa presencia que se hace sentir incluso en la ausencia.

Y así, en silencio, guardo en mi alma el eco de tu recuerdo, el susurro de tu nombre, la certeza de que, a pesar de todo, sigues presente en cada latido de mi ser.

Argenis Serrano 

Entradas populares