Ando buscando un amor sincero,
que ilumine mis días en la sombra,
que en sus brazos me
abrace ligero,
un refugio en el mar que
me asombra.
Un latido, un susurro, un
sendero,
que despierte la llama que nombra
los sueños que guardo en mi corazón,
un alma que sienta esta
misma canción,
tejiendo en el aire su
eterna romanza.
Quiero hallar un amor que
me entiendan,
con el brillo fugaz de
una estrella,
que despierte las metas
que ofrendan
unidos en búsquedas, sin
querella.
Que entre risas y
lágrimas enciendan
la ternura, como horno
afuella,
en la danza de un vals
que hace alarde
de un cariño que nunca se
barde,
y que brille en la noche
como un faro.
Por senderos de amores
perdidos,
busco ecos de historias
compartidas,
las promesas, los sueños
heridos,
y las risas de noches
encendidas.
Regalando caricias y
latidos,
los anhelos en cada
mirada,
un refugio donde todo se
vale,
donde el tiempo no pesa
ni se vale,
y la vida se vista de
dulzura.
Ando buscando, oh, amor
de mis versos,
como río que sueña en el
viento,
quiero hallar en tus
brazos dispersos
mi razón y mi paz en el
momento.
Que en tus manos, por
menos perversos,
los instantes se tornen,
aliento,
y el destino tejiendo en
su hilo
nuestras almas, como un
bello sigilo,
bailando al compás del
mismo canto.
Quiero un amor que me
abrace la vida,
que me empuje a ser nuevo
en la danza,
una luz que, aunque esté
consumida,
regrese al hogar con su
confianza.
Que sea ardor en la llama
encendida,
una fe que me inspire la
balanza
del deseo y la esperanza
sincera,
donde el tiempo no marque
la frontera,
y el amor sea un canto de
confianza.
Ando buscando ese amor
profundo,
que el universo a mi
puerta disponga,
que en la calma se arme
el segundo
donde a mi corazón ya lo
nombra.
Quiero al fin hallar en
este mundo
el cariño que no se
desploma,
un refugio eterno que me
abrace,
un amor que en el alma no
desfase,
y que siempre dure como
una sombra.
Así, en mi búsqueda,
nunca me rindo,
con el viento soplando
mis anhelos,
buscando un amor que sea
mi laberinto,
una historia tejida entre
los cielos.
Que con cada paso sienta
el destino
y que en sus ojos hallen
destellos
un refugio seguro, un
hermoso hogar,
donde juntos podamos
siempre soñar
y el amor florezca sin
desvelo.
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