lunes

La Poesía del Marketing Venezolano

Sí, lo poético en el marketing venezolano ha existido y más de una vez lo hemos vivido de manera tan sutil que no lo comprendemos con el razonamiento, sino con el alma, mientras las marcas y las agencias van tejiendo emociones con palabras.

En el vasto universo del marketing, cada agencia seo en Venezuela se transforma en una “parada poética” (porque surgen las ideas, la filosofía y la mística) para aliarse a las marcas que luchan por captar la atención del consumidor y en las que el uso de elementos poéticos surge como una luz brillante en la penumbra publicitaria.

La poesía -con su poder evocador y su capacidad de conectar profundamente con las emociones-, ha encontrado un nuevo sitial en la historia de la humanidad adentrándose en las empresas que buscan vender a la par de enamorar.

Recordemos la campaña publicitaria de la Ferretería EPA, con el siempre recordado don Simón Díaz. Escucharle decir que “ese es su hogar” [dixit], va más allá de un slogan, es una filosofía que explica en pocas palabras la asociación entre el negocio y cada uno de los hogares venezolanos.

marketing venezolano

Marketing venezolano: La magia de las palabras

Las metáforas y el simbolismo son los latidos del corazón de una buena estrategia de marketing que estructurará a una gran aliada: la campaña publicitaria. A través de ellas, se pueden establecer conexiones íntimas que elevan un mensaje más allá de lo ordinario.

Por ejemplo, una célebre campaña de Coca-Cola utilizo la metáfora del "Juntos somos magia", aplicándola a la navidad venezolana, sugiriendo que cada sorbo trae consigo momentos de alegría compartida y, además, complementa a la cena navideña venezolana tradicional.

La línea trivial de un producto se convierte en un símbolo profundo de experiencias vividas y muy especialmente cuando el común denominador refrenda que es cierto. En ello se enlazan dos grandes verdades: La poesía es el reflejo de la verdad dicho desde lo más profundo del alma y su conjunción con los cinco sentidos. Y el marketing, es y debe ser la exposición de la verdad.

El simbolismo, por su parte, actúa como un puente visual entre la marca y el consumidor. Piensa en el característico color anaranjado de la franquicia de Pollos Arturo’s, que evoca lo crujiente del pollo, sino también un compromiso con la identidad nacional en un mar de franquicias que van y vienen, pero esta, siempre se mantiene.

Esta elección de color es ya icónica en el marketing venezolano y habla sin necesidad de palabras, creando un lenguaje visual que perdura en la mente del consumidor.

 

Marketing venezolano: Tonos y melodías en slogans

La musicalidad en la palabra puede ser un canto irresistible y cuando verdaderos letristas y poetas se unen para creaciones cumbres, la historia se sella. Y de eso el marketing venezolano tiene mucho de qué hablar.

El ritmo y la rima son recursos poéticos que enamoran; convierten simples palabras en melodías memorables. "La mejor forma de comer jamón", el icónico lema de Diablitos Underwood, es un ejemplo brillante del marketing venezolano que en seis palabras con mucha cadencia (incluso hablada), pueden inspirar acción y determinación.

Nos invita a comer y a la par resuena dentro de nosotros, incitándonos a diversificar y sentir otro sabor, otra experiencia, tener su compañía.

La rima añade un toque lúdico a los mensajes comerciales, imbuyendo la comunicación con un aire de magia y alegría. Frases como "Porque tú lo vales" de L’Oreal o "El sabor de tu diversión" de los refrescos Golden son pequeñas joyas que a la par de pegajosas, crean un sentido de conexión e identificación con su audiencia.

Ni hablar del sempiterno jingle del restaurante “La Estancia”, una obra de uno de los pioneros de la publicidad y el marketing venezolano, Manuel Graterol “Graterolacho” con la voz del maestro guitarrista Alí Agüero. Ha sido un referente en la vida de cada venezolano incluso ahora que el restaurante tiene varios años ya cerrado.

 

El marketing venezolano es poesía pura, mostrada por su publicidad

En vez de mostrar ejemplos, diré sólo algunos secretos para que construyan en su mente y alma esos enlaces que pegan con las emociones y la realidad del venezolano.

Un buen poeta entiende a su audiencia como de igual manera, un buen mercadólogo debe identificar y conocer a su público objetivo para que los mensajes poéticos sean creativos, relevantes y significativos.

Al analizar el perfil demográfico, intereses y valores de la audiencia, los marketeros pueden crear campañas envolventes que toquen las fibras emocionales adecuadas. 

La poesía transmite información y evoca emociones. Utilizar imágenes poéticas en campañas publicitarias puede pintar un cuadro vívido en la mente del consumidor. En el marketing venezolano actual, se adolece un tanto de ello, así que sí lo rescatas a la usanza de los años 70, 80 y 90 y en especial con los comerciales realizados en formato cine, habrás revivido un valor enorme que calará de nuevo en los venezolanos.

La poesía tiene la habilidad de crear imágenes que quedan grabadas en la memoria. Al orientar las estrategias de marketing venezolano hacia la creación de estas imágenes visuales evocadoras, se puede reforzar la identidad de marca y transmitir la esencia de la empresa. Y ya que hablamos que somos belleza, alegría y solidaridad, contextualicemos ello no para explotar sentimientos a favor del consumo, sino a favor del amor por las cosas, los momentos y la gente.

Porque eso busca la poesía, que pensemos desde el alma y evoquemos con una mente feliz y constructiva.

Argenis Serrano 

domingo

Que...

Que la piel más curtida es la que ha sentido el filo de la derrota, y aun así, sigue abrazando la esperanza.

Que los castillos en el aire, por más bellos que sean, necesitan cimientos de realidad para sostenerse en pie.

Que los amores que arden sin medida suelen consumirse en cenizas demasiado pronto.

Que las promesas del viento son tan ligeras como su paso, y no siempre regresan a cumplirse.

Que la risa disfraza la pena, pero nunca la borra del todo.

Que la verdad y la mentira se visten con los mismos colores en la boca del astuto.

Que los finales felices existen, aunque no siempre son los que imaginamos.

Que el fracaso no es un castigo, sino un maestro severo con lecciones imborrables. 

Que los errores no son cadenas, sino caminos que nos obligan a mirar atrás para avanzar mejor.

Que las sombras solo tienen poder si uno olvida que la luz siempre vuelve.

Que el orgullo puede ser una fortaleza, pero también una prisión sin salidas.

Que la humildad no es debilidad, sino la certeza de que nadie lo sabe todo.

Que las despedidas duelen menos cuando uno aprende a soltar con gratitud.

Que las palabras no dichas pesan más que las que duelen. 

Que la imaginación es un refugio, pero nunca debe reemplazar la verdad.

Que los días se van sin aviso, y el tiempo no espera a quien posterga la vida.

Que hay belleza en la cicatriz, porque es testigo de la lucha y no del fracaso.

Que los sueños son brújulas, pero los pasos son los que realmente nos llevan lejos.


Que uno aprende, siempre aprende, aunque a veces duela, aunque a veces tarde, aunque a veces sea demasiado tarde.

Argenis Serrano 

sábado

Y Uno Aprende...

Y uno aprende que cada paso en falso es una lección que susurra: "sigue adelante".

Los tropiezos son fieles compañeros, sombras que nos recuerdan lo humano de la experiencia.

Y uno aprende que entre las páginas de la ficción, se oculta la verdad que a veces no queremos aceptar.

Cada historia de amor que se desvanece deja una luz que queda, un recuerdo imborrable.

Y uno aprende que la pasión sin equilibrio se convierte en un fuego que consume. 

Las amistades transformadas en anhelos no son fáciles de navegar. A veces, negamos los besos que podrían sanar; y uno aprende que el dolor de esa negación es un precio alto. 

El equilibrio trae paz, un valioso desafío que a veces exige soltar lo que amamos. Y uno aprende que amar implica dejar ir, incluso cuando duele. 

De los fracasos, surge un saber que nos impulsa. Y uno aprende que no hay atajo hacia la sabiduría. 

El amor y la amistad son dos caras de una moneda, un delicado juego de entregas. Y uno aprende que la vulnerabilidad compartida enriquece cada relación. 

Cada año que pasa trae la oportunidad de redescubrirnos. Y uno aprende que la vida es un lienzo donde cada error puede convertirse en arte. 

Al abrazar el caos, comenzamos a no temerle al error. Y uno aprende que cada caída es una historia que contar, una risa que compartir. 

Por eso, no neguemos los besos en la amistad, uno aprende que cada muestra de afecto es una celebración de lo que significa ser humano. 

En el gran teatro de la existencia, los actores pueden equivocarse, pero siempre hay segundas oportunidades. Y uno aprende que la vida ofrece renovadas formas de amar y soñar. 

Con el tiempo, aceptamos nuestras imperfecciones como parte del viaje. Y uno aprende a ver en cada cicatriz una historia, una lección, un paso hacia adelante. 

Así, en esta danza entre luz y sombra, encontramos quienes realmente somos. Y uno aprende que, al abrir el corazón, la vida se convierte en una travesía rica en experiencias y amor.

y uno aprende

Argenis Serrano 

domingo

Carta de Amor

Permíteme tu lectura a esta carta de amor, querida mía

Desde que tuve el gusto de conocerte, mi forma de ser sólo ha mejorado; te lo he hecho saber muchas veces entre sueños y hoy, en letras que seguramente asocies a mí voz. 

Esta no es más que una carta de amor que surge desde lo más profundo de mí y que mis dedos tratan de interpretar al castellano; pero es que los dictámenes de quien está enamorado son un misterio irrevelable y lo más próximo que hay es querer, respetar, valorar, acompañar, jugar sanamente y crecer mutuamente, creyendo sin vendas ni falsas condiciones.

Mirarte y encontrar tu mirada fugaz hacia mí ha sido la saeta que energizó mi corazón y me dio un propósito, el cual agradezco en todo lo logrado que derivó al madurar de los años.

La forma en que marcas la pauta, en lo que merece un sí y un no, son el equilibrio sano y seguro que se puede esperar de un ser amado; la balanza de la justicia que estoy seguro que tú y yo podemos equilibrar.

No hay mentiras ni excusas, pretextos ni evasiones; la realidad de nuestras emociones, coloquios y banalidades es parte de lo que somos y no es justo sepultarlos para fingir. Lo máximo es dosificarlos para en sana paz y nuevas cosas, llegar a coexistir.

Ese beso que me diste en un sueño, donde llegaste con los ojos abiertos, gran abrazo y mucho de consuelo, haciéndome cerrar los ojos para tocar al cielo con mi ser, lo agradezco así fuese una quimera que me inventé; todo ello porque fuiste tú y eso para mí es más que suficiente.

No dudas jamás en expresar lo que sientes y te la juegas confiada en que algo bueno puede salir del triunfo, del empate o de las pérdidas. Ves lo que se puede extraer a favor y surgir de las cenizas, alivianando a los temores y sin que ello te haga descuidarte de los coletazos de los temores.

Apasionada en todo lo que haces; osada y conocedora de los límites que se han de tener y aquellos que se pueden cruzar. De esa manera no te niegas aquello que deseas experimentar y arrastras a lo bueno a quien en derredor está.

Cómo deseo que no fueses efímera, que apareces y desapareces como entrenándome para cuando llegue el momento de no verte más; porque, aunque logre tener el tope de conocimiento y aceptación de la realidad, sin ti nada sabrá, se oirá, se verá ni se querrá igual.

Tu intimidad es un mundo lleno de cosas buenas que no todos pueden tener el permiso de acceder. Y si bien estoy en ese montón no permitido, vale la pena luchar, porque la batalla no es para morir, sino para resurgir de todo lo que de ti puedo aprender.

A veces callada, a veces muy hablante; eres serena y a la vez avasallante. Ese yin y yan que es fino balance y que quiero emular para que mi existencia sus metas de amar de verdad, alcance.

Te haces respetar y decides quien puede o no cortejarte. Sabes decir un no sin acribillar a la contraparte, siguiendo tal cual como en el primer momento en el que me bendijiste con tan sólo hablarme.

Yo, de atrevido, seguiré soñándote en cientos de ocasiones buenas, codo a codo, mirada a mirada, beso a beso, palabra a palabra, colaboración a colaboración. Porque si definiera a la palabra deseo, no sería asociarle con tu cuerpo, sino darle como significante: “deseo todo, contigo”.

Argenis Serrano 

sábado

New York, New York

new york

Cada quien tiene su viaje soñado, hay quien lo cumple por sí mismo y hay quien no e incluso hay quien lo vive a través de las experiencias de otras personas, algo muy bonito porque refleja cero envidia y mucho de felicidad por los demás. Creo que, para mí, el viaje anhelado sería para la ciudad de New York.

Quiero sentirme como Sinatra y dejarme “intoxicar” por lo rápida, vibrante, glamorosa e impactante que es la ciudad que nunca duerme; hacer como esos mochileros que sólo buscan qué hacer en Nueva York a su forma de vida; ir calzando mis zapatos de vagabundo y el asombro a flor de piel, para gozar el regocijo de esta ciudad.

Quisiera conocer a Greenwich Village o The Village porque es la esencia de lo que anhelo ser, un bohemio que sólo quiere captar a la cultura del mundo sin etiquetas, reproches o perfeccionismos, sólo dejar brotar la esencia del ser y gozar de su intelectualidad tan suave y relajada, llena de historias, libros únicos y la sana competencia por realizar el mejor café para despertar con energía o ver al atardecer.

Que el arte me enamore con la esencia más urbana y desenfadada posible, como sucede en Williamsburg donde la pintura te ve a ti, la música te escucha y el baile te lleva, todo con el propósito de estimular tus sentidos y que disfrutes de las más ricas y frías cervezas.

New York es la capital económica del mundo, así que el dinero se mueve a caudales. Pero en este caso no es lo que me mueve, porque sólo quiero saber lo que es vivir en contacto con lo despreocupado de tener cosas y lo enfocado en vivir experiencias. Un momento de locura se le perdona a cualquiera y allí lo puedo vivir, tal cual quiero, puedo y a la vez debo como un simple y no tan normal, turista.

SoHo es ese epicentro de glamour, arte, creaciones, capitalismo, comercio que quiero contemplar. Sus aparadores me separan de las cosas para tocarlas, pero no para admirarlas y entender que tras ellas hay creatividad, necesidad y un emporio labrado de cero a cien. Es la mejor manera de aprender y llevar ese conocimiento e inspiración de vuelta a mi tierra, porque como es debido, cada vez que se viaja la obligación al volver es haber crecido y mejorado como persona.

Dumbo y Chelsea son el yin y el yan de New York; ambas son distintas y se necesitan; se parecen y batallan por ser las mejores. Y en su lucha de ventajas, los transeúntes salimos beneficiados porque no es una batalla para que alguien pierda, sino para que todos ganen experiencias, cosas y sensaciones que por ser altamente tácitas son difíciles de explicar y sólo conminan a vivirlas, para entenderlas.

Quiero pasearme por la East Village the New York para ver su verdadera rebeldía útil; porque no es de esas rebeliones que son pisoteadas por la realidad o el tiempo, es un bastión alternativo para aquellos que decidieron adoptar una forma de vida que no daña a nadie y que les place llevar orgullosamente.

Mi sueño de visitar Nueva York me hará sentir como el rey de la cima que la canción New York – New York ostenta poderosamente, estando en lugares que un paseo turístico te lleva y en aquellos que tus propios pies y ansias de descubrir de manera underground, te llevan.

Quizá mí sueño no se cumpla para mí en persona, pero siempre me alegraré de escucharlo por las experiencias narrativas de muchos otros y poder verlo en mí mente tal cual ellos lo admiraron con sus propios ojos.

Argenis Serrano 

lunes

Quiero que me Presenten a Alguien

¡Sí!, Quiero que me presenten a alguien (aclarando que ese alguien es una alguna). Porque pese a toparme una y otra vez con pared, los bajones emocionales, las noches incomodas que entremezclan pesadilla y realidad, las evitaciones, las fases del duelo y todo lo irónico y gracioso que ya se tornó repetitivo y predecible, porque me ha ocurrido infinidad de veces, quiero volver a intentarlo.

Sé que es difícil rayando en el nunca sucederá, por lo que ya suponen al verme y por lo difícil que soy cuando se llega a conocerme. Sumado a que el lápiz del destino ha escrito con tinta indeleble una historia donde soy más un observador que alguien que está en el ruedo.

A pesar de ello, quiero intentarlo.

Hay muchas noches y días donde me digo, ¡Ya no más!, sacudo mis manos con el además correspondiente y marco un final a aquello de volver a intentarlo. Pero lo más que logro es una pausa que no es más que una mentira.

Busco entonces aquella vía que está más allá de la moral, la miro, la idealizo, la estudio, me armo de valor para arriesgarme y de inmediato, el miedo al pecado y al no volver, me paralizan, me cachetean y hacen reflexionar.

Entonces me pongo a pensar que nadie en su sano juicio o sin él, se ha atrevido a presentarme a alguien. O eso sucede en las novelas o es que no debe ocurrirme a mí.

Me contó alguien que lo intentó y su amiga al verme, se molestó con ella y luego, por motivos que mi mente no comprende, perdí a mi amiga que se molestó por cómo me vio su amiga y la molestia que le ocasionó.

Hay quienes dicen que, aunque sea para ser oasis con el debido respeto, llegarán a mí para sucederme y demostrar que la amistad puede más de lo que las pautas marcan. Y se echan para atrás cuando los estertores de la realidad les bañan.

Nunca falta quien diga que les espanto o que ya llegará. A esas personas les digo que sólo hablo de lo sucedido, porque yo no sé qué sucederá; acto seguido les hago pensar, ¿Y tú qué responderías si te dijese que fueses ese alguien?

Su molestia, titubeos, duda y alejamiento les enseñan la más cruda de las respuestas.

Sin chiste ni súplica ni última carta o buscando condescendencia les aseguro que quiero que me presenten a alguien, que las condiciones no son ni difíciles ni imposibles. Que sea tolerante, de real humor abierto, con empatía y muchos temas para hablar. Que sus locuras sean un anecdotario para aprender, equilibre antes de juzgar y sepa expresarse a la par de escuchar.

No pido novia, ni esposa, ni amante, sólo quiero que me presenten a alguien que se parezca a lo sagrado y a lo obsceno, el yin y el yan, la dama y la coloquial. Que me saque del letargo y aunque estemos en nuestros lugares, podamos saber que en las buenas y en las malas allí ambos vamos a estar.

Ser un experimento diario de logros, encontronazos de ideas y búsquedas de puntos de encuentro. Sin ser frugales ni eruditos, ser normales sin caer en lo tedioso de la normalidad.

Tolerarnos en lo que no nos gusta -que me parece primordial-, para que lo que sí nos gusta o a lo que podemos entrarle, jamás tenga el escombro de incomodarnos.

Quiero que me presenten a alguien, pero, ¿Quién después de tantos años, con tan mala situación económica, presión social y con los riesgos que ello conlleva, a eso se atreverá?

¡Ah, y que no se queje de que no me cuadre a quien me presentó!, no pertenezco a cofradía ni es un ¡Esto es lo que hay!; si no existe el feeling, nada bueno arrancará. Vean que por agarrar a quien parecía idóneo/a, muchos terminan en ruptura o divorcio.

Y yo ya de verdad que eso de otro rechazo o mal rato, ya no lo quiero pasar. No por dolor, sino porque es aburrido y ya he conocido las peores formas de decirme ¡Tú NO!

Argenis Serrano

quiero que me presenten a alguien

 

domingo

Dejar una Buena Impresión

dejar una buena impresión

Quizá sea una comparación extraña, pero todos deberíamos actuar de manera tal que nuestra esencia llegue a dejar una buena impresión perdurable como la que logra el DTF (Direct To Film o Directo a la Película) en cualquier material.

Me explico. Todos nos ponemos nerviosos queriendo dar la mejor de las impresiones al entrevistarnos para un nuevo empleo; cuando lo que debería hablar por nosotros es nuestro currículo, el respeto por los demás, la capacidad de enseñar, aprender y resolver y la sinceridad en nuestras palabras y acciones.

Es una manera de queremos a nosotros mismos y augurarnos situaciones que no se escapen de nuestro control, sea por omisión o exageración en nuestras habilidades.

El dejar una buena impresión cuando entramos al liceo o a la universidad se mueve en no ser el foco de atención, pero sí destacar por prestar real atención a las enseñanzas. Si alguien se molesta por eso ya es su problema interno, mientras no transgreda tu espacio personal, puedes vivir con eso.

Lo que se aprende y queda, es porque se ha impreso en el fondo de nuestra alma; y quizá no en la misma manera en que los libros o las técnicas de enseñanza nos inculcaron las vayamos a aplicar, pero tenemos la fortuna de estar un paso adelante ante las necesidades de la vida laboral, estudiantil, hogareña o donde quiera que estemos.

Al mudarnos o estar en un entorno social nuevo, buscamos dejar una buena impresión en nuestros vecinos y posibles amigos. Pero nunca las falsas poses, las conversaciones largas que llegan a no tener sentido y que son un reflejo del ego pueden ser la manera de forjar alianzas, agrado, comunidad y amistad,

Hay que pensar en el prójimo y saber que todo tiene límites; además, más que el decir, lo que agrada a los demás es el buen hacer y que siempre salga de corazón; para resumirlo, ser coartífice de una buena vecindad en todo lo que sea posible. De allí parten todas las ganancias verdaderas para cualquier ser humano.

Claro está que tenía que tocar la necesidad de dejar una buena impresión cuando se pretende a alguien por vez primera. Irónicamente y por siglos, muchos hombres llegan mostrando un lado dulce que les es tan poco natural que luego se les cae. Quizá porque no es su naturaleza o quizá porque tienen otras pretensiones. Y cuando muestran su verdadero yo, empiezan las historias más grises a horrendas, según se permita.

Quien pretende está en el deber de dejar una buena impresión siendo tal cual es, conservando las normas más elementales de decencia y humanismo. Se puede ser chabacano o coloquial, pero eso no implica ser irrespetuoso.

Y la persona pretendida también debe dejar una buena impresión mostrando su disposición a ser bien tratada tal cual merece y ser recíproca. Con ello garantiza que ambos serán una pareja de verdad, que va a la par, que impresiona por cómo se conecta, entiende, sana y subsana, reconforta y se protege.

Esas son las parejas que dejan impresionados a los familiares y amigos y éstos les adoptan como propios porque no obtienen la confianza por consanguinidad, sino porque es un verdadero honor otorgárselas al habérselas ganado con sus fieles acciones.

Esas son las maneras elementales de dejar una buena impresión perenne. Y de seguro en tu corazón, mente y honorabilidad, surgen más.

Argenis Serrano 

viernes

Cuídate Mucho...

cuídate mucho

Cuídate mucho, te diré de frente y en mis oraciones; siempre confiado en tu buen criterio y lo centrada que eres.

Nunca alejándonos de nuestra humanidad y mucho menos, de que ese “cuídate mucho” no es sino otro dictamen sincero salido desde la profundidad de mi corazón.

En el silencio de la noche, donde las estrellas susurran secretos antiguos, quiero que sepas cuánto te deseo cuidar.

Que cada latido de tu corazón sea protegido por la ternura de mis pensamientos, y que en cada respiración encuentres un refugio donde el amor te envuelva como un manto suave.

No olvides que eres un universo de sueños y esperanzas, y que mereces ser resguardado con la delicadeza de un abrazo que nunca se suelta, con la paciencia de una lluvia que limpia las heridas del alma.

Cuídate mucho, amor mío, porque en tu bienestar se refleja la belleza del mundo, y en tu sonrisa, la promesa de un mañana lleno de luz. 

Permítete ser vulnerable, pero nunca olvides que eres fuerte en la forma en que te amas a ti mismo.

Que el amor que te tengo sea un escudo contra las tormentas, y que cada día te despierte con la certeza de que mereces todo lo bueno, que mereces cuidarte mucho.

Oro porque tu destino, ya sea en la vastedad del mundo real o en los rincones más profundos de su alma, esté colmado de luz, esperanza y bendiciones.

Que cada paso te acerque a tus sueños más queridos y que, en cada momento, siempre lleves contigo la certeza de que tu esencia vive en mí, resonando con el eco dulce de un amor que nunca se desvanece.

Hago votos porque la vida te regale caminos llenos de dicha y que nunca olvides que, en mi corazón, siempre habitaste y seguirás habitando, como un refugio eterno de cariño y buenos deseos.

Argenis Serrano 

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